Labios amargos, los ojos tristes
El cuello largo, como de cisne
Alma perdida, ángel caído
Mi media vida, tú siempre has sido
Sudor cruzado, historia vieja
En unos labios, en una oreja
Siente el murmullo de nuestra sangre
Dos riachuelos que juntos arden
Incertidumbre es un arroyo de imposibles que tú haces visible
Para hacerme sentir que aún estoy vivo, que el destino es mi amigo
Incertidumbre que una noche cualquiera en una barra me esperas
Aunque sé que al final de la madrugada nunca queda nada
Entre los muros, de tus adentros
Tibio y oscuro, yo me alimento
Hasta mi infancia, de pronto vuelvo
Por la fragancia, que dan tus senos
Incertidumbre es un arroyo de imposibles que tú haces visible
Para hacerme sentir que aún estoy vivo, que el destino es mi amigo
Incertidumbre que una noche cualquiera en una barra me esperas
Aunque sé que al final de la madrugada nunca queda nada